martes, 6 de octubre de 2009

HERENCIAS

Charles L`Éplattenier, aunque quizás muchos lo desconozcan, fue el primer maestro de Charles Jeanneret en la escuela de artes y oficios de su ciudad natal, en Francia. Como bien explica Frampton, L`Éplattenier quería formar una escuela de artes aplicadas y construcción autóctona de la región, por lo que enseñó a sus alumnos a obtener ornamentos de su entorno inmediato.

¿Qué tiene de interesante está historia? Que años más tarde, Charles Jeanneret, cambiaría su nombre a Le Corbusier, y el ornamento natural de su región, que tanto se exhibía en La Fallet (arriba derecha), fue arrasado (casi podría decirse que bajo los principios de la Tabula Rassa) y sustituido por el revoque pintado de blanco de sus casas del `20 (centro, derecha).
Aún así, cuando todas sus ideas del `20 fracasaron, LC volvió a los principios que su primer maestro le había dejado, y fue entonces, después del `35 (abajo, derecha), cuando su obra, a mi parecer, realmente fue grande, no por su tamaño (obvio), sino porque incorporó a su diseño factores ambientales, espirituales y formales que lo hicieron merecedor de respeto y lo consagraron como uno de los grandes maestros.

Pero mi reflexión no va sobre la vida de LC, sino sobre la
nuestra, la de los estudiantes de arquitectura. Nosotros, durante nuestra formación académica, debemos "convivir" con diferentes profesores, de diferentes cátedras, con diferentes pensamientos y preocupaciones: algunos serán más parecidos al primer maestro del Corbu y se preocuparán por nuestra sociedad más allá de tendencias extranjeras; otros, en cambio, serán más formalistas, en búsqueda de un "estilo internacional" (¿o impersonal?) con edificios super tecnológicos, materiales de primera línea y, porque no, una escasa posibilidad de realización en nuestra vida profesional, en especial en Argentina. (cuac!)
Pero seremos nosotros quienes debamos elegir a quién escuchar, o qué tomar de cada quién, obviamente, es más difícil seguir un ideal cuando tu nota puede llegar a estar en juego, pero seguro vale la pena si después nuestra conciencia esta tranquila; lo más importante, como han dicho ya muchos arquitectos, es no quedarnos sólo con lo que nuestro docente de proyecto o las publicaciones más conocidas nos muestran como "lo bueno"...debemos buscar más y aprender a ir mucho más allá.

No hay comentarios: