El segundo ejercicio de Proyecto Arquitectónico II, cátedra Moliné, consistía en un programa tan rígido (o quizás mas) que el de vivienda social: Arquitectura Hospitalaria.
Este ejercicio se planteaba con dos programas diferentes, el nuevo Hospital Regional en la zona sur de Rosario y el Centro de Especialidades Medicas Ambulatorias (CEMA) en Santa Fe. Para una primera aproximación a cualquiera de los dos programas era importante conocer las innovaciones que se estaban llevando a cabo en Santa Fe en materia de salud pública, entender la red que va desde los Centros de Salud en los barrios de cada ciudad a los Hospitales Regionales y los CEMA y que lugar ocupa cada uno de estos programas dentro de esa red provincial.
En particular, nosotras trabajamos con el CEMA en Santa Fe. Un CEMA consiste en un centro de atención sin internación, o cuanto mucho solo internación diurna, por lo que toda la superficie requerida para lo que es "hoteleria" (cocina, lavado de sabanas, etc) no es necesaria que este en el edificio. Por lo general, uno asiste al CEMA con un turno programado desde cualquier Centro de Salud, se atiende con el medico designado, se hace los estudios (en el caso de ser necesario) y luego vuelve a su casa y a la atención en el centro de salud de su barrio. El CEMA no tiene servicios de guardia (es mas, esta cerrado durante la noche y los fines de semana) y, como uno asiste con el turno programado, no requiere de grandes salas de espera. En Rosario este tipo de programa se encuentra en funcionamiento hace varios años y ahora esta por abrirse uno en Santa Fe.
La incorporación que propone la cátedra a estos programas (tanto el del CEMA como al del hospital) es un área deportiva, que sirva tanto para pacientes en rehabilitación como para club barrial, integrando de esta manera el cuidado preventivo a la salud publica, desligando a los centros de salud de esa idea de "dolor", y , en especial en el caso del CEMA, cubriendo las horas en que el edificio esta cerrado, otorgando nueva vida a los puntos en que se inserta.
El CEMA en Santa Fe, se ubica (tanto en nuestra propuesta como en la realidad) en una manzana muy cercana a la peatonal, con frente al puerto y al edificio de Correo Argentino, de arquitectura racionalista. Por esta razón, es muy viable su incorporación al sistema de parques públicos y recorridos peatonales. Teniendo ésto en consideración, nuestra propuesta se basa en la articulación de dos volúmenes claramente diferenciados: el sector deportivo y el sector de atención médica, vinculados ambos por un puente que opera como hall abierto y permite el atravesamiento de la manzana.
El sector de atención médica, se compone de dos "patas" de dos niveles de altura y 18 mts de luz cada una, que permiten ubicar dos lineas de consultorios con sus correspondientes circulaciones públicas y privadas a cada lado. Para posibilitar estas luces, el sistema constructivo utilizado consiste en una estructura de cerchas y columnas metálicas, que permitan cubrir la luz total de la planta, y, sobre éstas, apoyan losetas de hormigón prefabricadas. Teniendo en cuenta este sistema, toda la planta está pensada en módulos estructurales que impliquen en menor desperdicio de material. Los cerramientos de las fachadas también se trabajaron con sistemas constructivos livianos, teniendo en cuenta la aislación y los sistemas de protección solar, adecuados a cada orientación, necesaria para el confort térmico.
El sector deportivo, al poseer un carácter mas flexible, se pensó como una gran cubierta liviana con independencia formal, que otorgara identidad al edificio y permitiera un diálogo entre las actividades que se realizan en el interior y las veredas. La estructura de este volumen también es metálica y con cerchas que atraviesan diagonalmente el espacio y le otorgan otra dinámica.
Este trabajo lo realicé con Lucia Laus y nuestro docente fue el Arq. Garaffa, aunque también corregimos con el Arq. Sebastian Bechis, quien nos hizo la devolución final.
Básicamente las criticas que recibió este trabajo por parte del Arq. Bechis fueron: la posición de los baños (que fue realmente un dilema para nosotras, entre si ventilaban naturalmente o no, y que tan cerca deberían estar del acceso, por lo que terminamos tomando una decisión muy poco acertada); la decisión de usar dobles circulaciones (que es algo ventajoso para los médicos y el personal, incluso recomendado en el código sanitario) y la forma de la cubierta del sector deportivo (que a su parecer era poco funcional, pero nosotras la planteamos desde lo formal)
Esta es nuestra entrega final:
Y acá hay algunas imágenes sueltas de croquis y maquetas:
Realmente Proyecto Arquitectónico II es un año muy duro (tengo entendido que es así en todas las cátedras), se trabaja con programas muy rígidos, y, a diferencia de Proyecto Arquitectónico I y II, se prioriza mucho el funcionamiento del edificio y cuestiones cuantitativas, pero se aprende muchísimo porque estos programas están muy vinculados a una realidad social y económica en la que nuestra profesión esta inserta.
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